María celia Zárate Insúa

Embrión de libro



Gira en vano...Da vueltas inútilmente

miércoles, 25 de febrero de 2009

Quisiera


Quisiera que la espinaca supiera a chocolate
Que enamorarse no fuera ciegamente.
Que jubilarse no significara abandonarse.
Que el clima fuese controlable.
Que nadar no implicara depilarse.

Quisiera que un día nada pase
que los pensamientos se detengan
de repente, y los instintos surjan
seriamente controlados para
empezar la vida nuevamente.

Quisiera no haber aprendido nada
para que todo parezca emocionante.
O rescatar la inocencia perdida para
mantener la sorpresa diariamente.



María Celia Zárate Insúa ©

domingo, 15 de febrero de 2009

Mitología del Primer Mundo



ó
¿Qué hacer si no nos pueden ayudar Zeus y sus amigos?



Amanecía en la mitad del Atlántico cuando el cassette que escuchaba el sol en su walkman empezó a patinar. El sol se quito los auriculares de amianto, reviso el aparatito y descubrió que las baterías estaban agotadas. Incapaz de trasformar el calor en electricidad, bajo al mundo por un par de pilas nuevas, pero como había poca luz no se dio cuenta que acuatizaba y psh! se apago como una insignificante chispa que salta al agua desde las llamas de una hoguera.
Solo una base secreta norteamericana vio lo tonto que fue el sol esa mañana, era domingo, estaban todos durmiendo y además muy poca gente vive en el medio del Atlántico.
Los norteamericanos se organizaron rápidamente para que el mundo no se enterara y de paso sacar alguna ventaja, lo importante era el tema de la ventaja independientemente de sí el mundo se enteraba o no.
Tenían urgencia por ser los primeros en solucionar esto en el mundo, no tanto por el continente americano, al sur del ecuador no se avivarían ni con una semana de oscuridad completa y al norte lo solucionarían con una campaña publicitaria, y para que se enteraran en Europa faltaba todavía un día. El problema era Japón, porque ni bien lo supiesen no solo pondrían un sol, pondrían dos más chicos pero con mayor potencia que el de ellos, arruinando la posibilidad de tener el poder del sol, lo cual deseaban desde siempre.
Lo primero que hicieron fue dar aviso a la casa blanca, desde allí el presidente convocó a Superman, Batman, el Capitán América y por supuesto no se olvido de la Mujer Maravilla para que lo superayudaran. El plan era poner un sol sustituto, claro esta que controlado y administrado por ellos, y también debían distraer con al algo a los japoneses.
-¿Con que? Se preguntaban todos cuando las miradas se posaron en la Mujer Maravilla.
-¡NO!- Grito - ¡Por favor yo no!
Pero ya estaba decidido, la disfrazaron de geisha y la mandaron Japón con la misión de entretenerlos hasta que el sol estuviese puesto en su sitio.
Mientras tanto los ingenieros de la N.A.S.A. (Norteamérica sociedad anónima) luchaban contrarreloj para diseñar el sol sustituto, pensaron en una celda fotoeléctrica gigantesca que concentrara la luz de las estrellas pero para llevarla no había cohete listo. A media tarde un agente atiende el teléfono dorado de la Mujer Maravilla... No da más... El presidente decide la solución: Ordena a Superman que lleve el escudo del Capitán lejos del cielo y a Batman que lo ilumine con la Batilinterna para que refleje la luz a la tierra y nadie notaria la diferencia.
Nadie noto la diferencia, ya hace años que nos bronceamos con el sol norteamericano, es cierto que Batman tiene el brazo acalambrado y Superman quiere ir al baño, pero es su deber después de todo.
La Mujer Maravilla, ah! Esa no volvió mas, se dedico a regentear en Kyoto la casa de té que abrió con las propinas de esa tarde.


María Celia Zárate Insúa ©

martes, 10 de febrero de 2009

Ktri, el electrón




Ktri era un electrón que vivía en el orbital 2 py de una molécula de H2O y como eran tantos y tan iguales estaba aburridísimo de hacer siempre lo mismo, sus diversiones eran, por ejemplo, hidrolizar sales de ácidos débiles, solubilizar carbonatos y tiocianatos o entrar en la esfera de coordinación del alumbre, a lo mejor un día tenia suerte y lo invitaban a una oxidación, las emociones mas grandes de su aburrida vida provenían de un espectrofotómetro y una pipeta.
Así fue que un día dijo: ¡Chau! Me voy a recorrer el mundo. Ignorando que su mundo era un erlenmeyer y su universo un laboratorio
Aunque tenia suerte de estar en una molécula de agua de laboratorio y no en una de mar que lo único que hace en evaporarse y condensarse, que por mas que fuese vital, él ignoraba la importancia de esto.
Ktri tomo la línea de Reeman de las 23 y empezó a recorrer el mundo limitado por vidrio y con impurezas no analíticas. Vio por la ventanilla del tren una molécula de CH3-CH2OH, escucho música y se bajo, al acercarse olió un vapor mezcla de SH2, aldehídos y electrones borrachos y se oían cosas como Berp!, ¡Negro para!, ¿Me das un cacho de pan por un fotón? (fotón = Moneda) ¿Me vendes THC?, En fin cosas por el estilo que de ninguna manera acobardaron a Ktri que entro decididamente a la molécula en penumbra. Al entrar percibió con mas intensidad los aromas y vio los rostros de la selecta clientela del lugar que sin ser hermosos o amigables tenían su encanto, en especial el de uno que a pesar de tener características cuánticas que indicaban spin + ½ giraba un poco para un lado y otro poco para el otro. Este mismo electrón se le acerco y poniéndole una mano en el hombro lo invito a bailar pero Ktri rechazo amablemente la propuesta diciéndole: ¡Raja de acá! ¿Por quien me tomaste? ¿Por un anfótero? Búscate a Plank para que te cure.
Turbado se sentó en la barra y recordó la historia que contaba su bisabuelo, cuando se le insubordino a Faraday el día que se metió en la jaula con velas y una alumna y el viejo Ktri y sus sublevados por poco electrocutan al genio. ¡Que tiempos aquellos! Pensó, Ahora si queres ser alguien tenés conseguir una beca en un laboratorio pudiente y pasarte la vida mutando ADN y que te saquen todos los días espectros de resonancia magnética nuclear.
De repente gritos, corridas y desorden- ¿qué pasa?- le pregunto Ktri a uno que salía bamboleándose. - ¿Dónde vivís? ¿No sabes que en fiestas así siempre caen los protones y nos acidifican? Le contestaba cuando uno de la pesada, un deuterio, lo metió en un celular. Se lo llevaron a una molécula de Flúor para averiguar antecedentes. Se quiso escapar pero la electronegatividad era tan grande que por más solapamientos que intentara no lograba zafarse. Al revisar los prontuarios le entraron nada más que una solvatación de alcaloides para uso personal y lo soltaron. Otros se quedaron demorados por violación a las reglas de multiplicidad y otro, mas grave, había oxidado al Cu0 en la pila de Daniell.
Salió cabizbajo y meditabundo, un poco arrepentido de haber dejado el orbital...de pronto un empujón y gritos, Eh! Sos un deslocalizado! Primero me traes haciendo reaccionar en condiciones enérgicas y ahora me echas por cualquiera que viene gota a gota y agitando. Era un electrón de spin
–1/2 que salía de la nube de un Na que se acababa de oxidar a Na+1
Al verla Ktri sintió estremecer la carga dentro de él, junto coraje para acercarse y ayudarla galantemente a pararse.
-¡Hola! Le dijo- No te preocupes, los alcalinos no saben tratar a nadie y alguien con esos receptores electromagnéticos solo merece hidratar al cobalto y hacerlo cambiar de color los días de humedad.
-Salga joven que me compromete- respondió ruborizándose Ktruca, que así se llamaba la pobre desalojada.
- Lo digo porque es cierto- con voz seductora- y yo no tengo compromiso con nadie- retruco Ktri.
- La verdad es que yo tampoco desde el último complejo sigma que forme en una polinitración, también tuve malas experiencias en el enlace banana del diborano.
- Entonces acompáñame que estoy solo y desapareado.
-Acepto porque te veo buenas intenciones, además es mas fácil andar si alguien te refuerza el campo magnético.
Y así fue Ktri y Ktruca siguieron juntos para siempre, Ktri consiguió un trabajo retrodonando por vía pi y Ktruka hacia transiciones en un orbital d en el espectro visible para afuera, al tiempo de tanto solapar convirtieron la energía en masa y tuvieron tres inquietos electroncitos que eran el terror del enlace. Se mudaron a un barrio de naftalenos, tranquilo sin alcalinizaciones ni desintegraciones, todos isótopos estables en un hermoso orbital con jardín.
Vivieron felices y comieron feniles.

Maria Celia Zárate Insúa ©

lunes, 9 de febrero de 2009

El Ciruelo


Más me convendría decir MI ciruelo.
El ciruelo esta en la casa de mi abuela, 44 Nro 977, arriba de el pase las horas mas felices de mi infancia, tampoco esta bien que hable en primera persona porque también estaban mi hermana Ana, mi prima Marita y mis vecinas Nori y Claudia.
Subirse al ciruelo era maravilloso, era subir a un barco, en un helicóptero, en una nave espacial, en un submarino, un palacio o en la casa de Tarzan.
Tenía aposentos para cada una, el mió estaba en una rama que daba para el galpón
El timón, imprescindible para conducirlo en una rama cortada donde le habíamos puesto un volante, el mirador, desde donde también se podía usar de timón en una horqueta que miraba para la casa, también tenia un receptáculo natural para combustibles, una parte descascarada de la rama principal que conectaba el tronco con el mirador, que llenábamos del combustible acorde a la nave en que se convirtiera, creo que esto fue lo que provoco que esa parte se pudriera y tuviera un hueco; también sectores de almacenamiento y de todo lo que hiciera falta. Nuestra imaginación infantil no tenia limites.

Para subir había dos formas.
Una escalera principal formada por los pliegues de la corteza desde donde se accedía al ambiente principal que conectaba las demás dependencias. Y “mi manera”, que era colgarse de una rama que estaba a noventa grados del tronco, y a un metro y medio del suelo, subir la pierna derecha entre la rama y el tronco y con un movimiento certero de cadera quedar a horcajadas sobre la rama principal que llevaba hasta el timón de mando. Al final, y si, la infancia se termina, esta rama termino de tanto uso lustrosa contrastando con el resto la superficie rugosa del ciruelo y mis manos con protuberantes callos por el ejercicio. Además de ser un modo de subir también servia para hacer la vuelta del murciélago y otras destrezas gimnásticas.

A las ciruelas amarillas, dulces, jugosas, las comíamos directamente sin lavar, les repasábamos una patina blanca hasta que quedaban brillantes. Las veíamos madurar hasta el punto perfecto. Cada una iba reservando la suya.
En pleno verano expuestas al sol de la hora de la siesta les daba una temperatura ciertamente tibia. Desmitificamos la idea de que comerlas calientes producía diarrea; nunca nos paso nada y eso que era nuestro postre palaciego o nuestra merienda intergaláctica.
Las cortábamos por bolsas que les regalábamos a los vecinos y parientes.
Ser chica y jugar esta buenísimo.
La imaginación que puede transformarlo todo y hacer de cualquier cosa algo absolutamente perfecto.

Con el ciruelo conquistamos nuevos territorios, en los que nos comunicábamos con lenguajes extrañísimos que mágicamente traducíamos al español y los pronunciábamos impecablemente, recolectamos muestras lunares, trajimos especias de las Indias, cruzamos los andes, navegamos el Nilo, gobernamos feudos e imperios enteros. También me refugio a la hora de que me quisieran dar vacunas, era imposible que algún adulto llegara a donde llegaba yo. Pero siempre al final tenia que bajar, se hacia la hora de comer o la noche o el invierno, si por mi hubiese sido me hubiera quedado ahí todo el tiempo.
Un día no me acuerdo cual, baje por ultima vez, no me di cuenta. Después volví a subir, si, subí de nuevo, pero solo para juntar
ciruelas.
María Celia Zárate Insúa ©

miércoles, 4 de febrero de 2009

El reino de los pedos gordos


El reino de los pedos gordos.

En una ciudad vivía un joven matrimonio que una noche de verano invito a unos amigos a cenar en el jardín. Hicieron un asado en la parrilla y cuando la dueña de casa estaba sirviendo la ensalada se le cayó un tenedor, se agacho a buscarlo y en ese momento se le escapo un tremendo y sonoro pedo que escucharon todos.
Roja de vergüenza corrió al fondo y dijo: - ¡Ay de mí! ¡Que vergüenza! ¡Que se abra la tierra y me trague!
Y en ese momento se abrió la tierra dejando a la vista una escalera esculpida sobre la pared del pozo por la que la señora fue bajada por una fuerza misteriosa. Cuando llego al fondo se encontró con dos guardias gordísimos que tenían puesta una armadura que le quedaba apretadísima y un hacha cruzando una gran puerta, uno de ellos dijo con voz grave:
- Bienvenida al reino de los pedos gordos, nuestro rey Roberto Ricardo XXXIII la esta esperando.- Y diciendo esto le abrió la puerta de un salón enorme donde estaba el rey sentado en el trono. El rey era gordo, tan gordo que parecía incrustado en el sillón y la corona estaba apoyada sobre su cabeza, como un anillo, cuando se inclino se le cayo y la atajo justo antes de que llegara al piso, después miro a la mujer y le dijo: - Sea usted bienvenida a nuestro reino.
-¿Qué pretenden de mí? ¡Por favor no me hagan daño que estoy comiendo un asado!
- No se preocupe. La queremos premiar por haber hecho vivir a uno de los nuestro en la superficie.
-¿Cómo es eso?- Preguntó sorprendida
- Nosotros nacemos en la superficie cuando algún humano se tira un pedo, luego la tierra nos absorbe y vivimos aquí, cuando morimos nos hacemos gaseosos y subimos a la superficie y cuando alguien nos respira volvemos a salir por donde nacimos.
-¡Que interesante ciclo vital tienen! ¡Nunca oí de algo semejante!
- Es así nuestra vida, en fin... - suspiró el rey- Por su esfuerzo le vamos a regalar este cofre para que abra junto a su esposo.
- No fue nada para mí- contesto humildemente la joven- Se me escapo sin querer.
- Por eso mismo, la queremos premiar por su sinceridad, por favor insisto, llévese este cofre.
-Gracias, muchas pero muchas gracias su Majestad. Aunque me gustaría conocer un poco mas de su reino.
-Como no, con mucho gusto se lo mostrare. Y por favor dígame Rorri
Y salieron del palacio caminando por el jardín que tenia una vista panorámica de todo el reino.
La ciudad era magnífica, las calles paralelas y arboladas eran cruzadas por diagonales que acercaban rápidamente a parques y plazas decorados por jardines perfectos. Los edificios fusionaban la arquitectura más clásica con los adelantos tecnológicos más modernos.
-¿Qué le parece?
-Soberbia, es todo lo que yo hubiese querido por ciudad.
-Es raro lo que pasa aquí, todos los visitantes ven la ciudad distinta y la ven perfecta.
-Huele bien a pesar de origen.
-Por supuesto, no tiene nada que ver, solo tomamos la esencia del fenómeno intestinal humano.
-Tampoco veo policías, y todo esta muy ordenado.
-Aquí no hace falta, nuestra naturaleza es la inocencia. Tampoco tenemos gobernantes, yo soy solo un rey figurante, mis funciones son puramente decorativas, solo para que la gente de la superficie tenga alguna referencia de su mundo cuando los convocamos.
-Pero ¿la gente como se guía para comportarse? ¿Cómo sabe que esta bien y que esta mal?
-No hace falta ley, nuestra conducta es pura, no tenemos el concepto de mal. Somos todo bondad. Nuestra gordura es bondad, dado que carecemos de masa, eso es lo que nos hace voluminosos.
De repente se asusto al ver desaparecer a un habitante bajo una lámpara de la calle.
--No se preocupe- la tranquilizo el rey- es nuestro sistema de transporte. En cada esquina hay una aspiradora que lo absorbe y lo lleva a uno a donde desee.
-Interesantísimo ¿Y su economía como funciona?
-No se si podrá usted entenderla ya que no utilizamos dinero o algo que lo reemplace. Nosotros producimos nubes que al llegar a la superficie son el entretenimiento de los estúpidos, la fuente de inspiración de los genios y la pesadilla de los maestros de escuela. Después de alguna manera nos beneficiamos con las “ganancias” que esas sugerencias producen.
-Por lo que se ve les va bien.
-Si, nuestro sistema educativo se financia con la cúpula del San Pedro, el de salud con la ley de Gravedad y el ejército con la idea de Dios.
-No comprendo como la gravedad puede producir algún rédito financiero.
-¿Usted usa corpiño?
-Sí, por supuesto, tengo siete.
-Bueno, multiplíquelo por todas las mujeres occidentales y se dará una idea.
-Que maravilla, pero será mejor que volvamos y suba, mi esposo debe estar preocupado.
Regresaron al palacio
-Me gustaría regresar algún día.
- Ya sabe lo que debe hacer, aunque recuerde que debe ser algo espontáneo.
-El problema es que ha sido tan fascinante la experiencia aquí que me será imposible, llegado el momento, no asociarlo con este viaje.
-Entonces tome este caramelo del olvido. Cuando ya haya disfrutado lo suficiente del recuerdo, cómalo y olvidara todo. Así estará en condiciones nuevamente de hacerlo con la sinceridad necesaria.
-Muchas gracias, no quiero conocer mas sobre ustedes porque no querré irme y me quedare para siempre.
Ella tomo el cofre se despidió haciendo una reverencia, salió del salón del trono y subió por la escalerilla. Cuando llego a su jardín empezó a llamar a los demás que esperaban a la salida del agujero.
-Vengan, vengan. ¡No saben lo que me paso! ¡Miren lo que me dieron!- y contó lo sucedido en las profundidades.
El marido buscó una barra y un martillo para abrir el cofre, todos quedaron maravillados al ver su contenido, había piedras preciosas, joyas de oro y plata, perlas, diamantes y dólares.
- ¡Querida! ¡Bien valió la pena tu accidente!- dijo abrazándola y tirándola para arriba de felicidad.
Festejaron tomando champagne, pero la otra señora que estaba de visita se puso verde, verdísima de envidia. Cuando llego a su casa hizo un plan para tener también ella su recompensa.
Al día siguiente llamo a sus amigos para invitarlos a comer: -Vengan el sábado, tenemos que festejar.- Les dijo tratando de disimular su codicia.
Ese día después de comer pizza en el patio, la mujer se levanto a servir el helado, cuando le estaba pasando la porción a su marido tiro a propósito una cuchara, se agacho a buscarla y trato de tirarse un pedo. Como el pedo no le salía tuvo que hacer mucha fuerza y al final le salió un pedo finito y sutil que casi no se escucho. En ese momento empezó a correr al fondo y a gritar: - ¡Ay! ¡Ay! ¡Que horror! ¡Que se abra la tierra y me trague!
Y la tierra se abrió dejando a la vista una escalera esculpida, aunque esta escalera era finita. Bajo haciéndose la tímida y al final la estaba esperando un guardia flaco flaco, con una espada finita y flaca que le dijo con voz aguda:
- Bienvenida al reino de los pedos flacos. Nuestro rey Luís II la esta esperando. Y empujo la puerta alta del salón donde la esperaba el rey.
Este rey era flaco tanto que sus piernas parecían las patas de la silla, la corona le quedaba tan grande que la tenia de cinturón. Y le dijo: -Sea bienvenida a nuestro reino. Supimos de su actitud en la superficie y le daremos algo que merece.
En ese momento apareció un sirviente que le entregó un cofre. Ella contenta tomo el regalo y agradeciendo de pasada, casi sin saludar, salió corriendo por la escalera de tierra que la llevaba a su jardín.
Cuando llego con su marido le dijo emocionada: - ¡Lo logre! ¡Ya tengo una fortuna por tirarme un pedo!
Pero cuando abrieron el cofre les salpico por todas partes caca y basura ensuciando toda la casa y sus ropas.
María Celia Zarate Insua.©

domingo, 1 de febrero de 2009

El psicoanalisis y yo


El psicoanálisis y yo


La angustia es una sensación intrínseca, de adentro, interna, centrifuga, como si un alíen se apoderara de nuestro cuerpo y lo convulsionara, usara nuestro tórax para oprimirlo, el estomago para vaciarlo y los ojos para llorar caudalosamente.
El alma es un lago, la mía es transparente y decorada con un iceberg, pintoresca eso si, no se puede negar lo pintoresco.
El inconciente esta ahí, como un iceberg al que solo se asoma una fracción de su masa. La macana es cuando la parte sumergida esta contaminada con algo que le hace disminuir su densidad que lo haga flotar mas, que aflore mas, rompiendo la frágil escarcha de la superficie del lago.
El alma duele, el dolor es peor que el dolor óseo o de oídos o de muelas. Cuando el alma duele por motivos conocidos no es tan grave, los inteligentes podemos curarla personalmente por el camino de la resignación, o el sentido del humor, además el conocimiento de la causa da tranquilidad, lo que es muy beneficioso, el dolor con incertidumbre es jodido. Cuando no sabemos el porque Uy! Que lió! El embotamiento del juicio, la angustia, el llanto, la falta de interés por la vida, la DESESPERACION.
Mirar la vida de uno y no tener motivo de queja, y objetivamente notar que es bastante aproximado a lo que siempre se quiso, pero que a pesar de eso no haya dicha, ni siquiera neutralidad, sino pena sin motivo, inmotiva.

El psicoanálisis es una cagada.

Conversar es hermoso, el dialogo es uno de los mejores pasatiempos de la humanidad, pero en el psicoanálisis uf!, hablar y hablar para terminar llorando desconsoladamente sin sentir en la mente el motivo de tanta lagrima derramada. Llorar para curarse la neurosis, generar mas angustia para curarse la angustia. Cruel y paradójico. Después de todo así de paradójica es el alma. La vida también es cruel y paradójica.
El psicoanálisis es como la vida, la vida del iceberg.

Es darle un martillazo al iceberg y que cruja mientras los ojos lloran como condenados al infierno ignorantes del motivo de su activación glandular. Mas que un martillazo, que seria algo rápido, es fundirlo, torturantemente, y que quede liquido, fluido para exponerlo en su vulnerabilidad. Las lágrimas serian gotas del iceberg fundido. Parecería que se funde y con esa masa se forma otro témpano distinto en otro lado del lago, y la turbiedad queda en el agua dispersa en el agua a la espera de sedimentación.
Llorar sin saber porque se llora tanto, tratar de descifrar en lo conversado el motivo de la angustia. Conversar y llorar en resumen. En eso consiste el tratamiento.
Lo peor es no saber por que se llora y la mente entrenada en la curiosidad de saber la causa de los fenómenos se desvela conjeturando, y al final ninguna hipótesis parece convincente y tranquilizadora. Como si lo que nos pasara le pasara a otro y lo siente uno.
Es raro. Raro pero no mágico, tampoco instantáneo: Meses, algunos me pronostican años. Uy!
Después que lloras mucho se pasa bastante, es como si te exorcizasen. Lento obvio.
¿Qué hace el psicoanalista? Nada, anota lo que uno dice, te hace alguna pregunta que en la mayoría de los casos es predecible.
No logro saber si la conversación la maneja uno o el otro, por momentos parece que es uno, y en otros me pregunto ¿Cómo cuernos llegue a este tema de conversación?
Las acotaciones que hace son triviales, consejos ninguno, ¿Qué pensas vos? Es la maleducada respuesta a una pregunta. El método seria una conversación maleducada por parte del psicoanalista. No hay que responder una pregunta con otra pregunta dicta la buena educación.

Algún psicólogo grosso alguna vez desarrollara un método en el que haya que reírse a carcajadas para curarse… nunca se sabe.

La amistad, breves palabras





La amistad es algo único.
Querer de cualquier manera esta bien siempre, aunque sea por obligación.

Las relaciones interpersonales muchas veces son obligadas por las circunstancias, como el parentesco, puede que uno quiera en estos casos pero a veces es querer lo que representa la persona, no lo que se es.

En la vida a veces se adopta la figura de algo con mayor o menor facilidad y se logra que el otro se enamore de esa figura, que puede parecerse mucho a lo real, las figuras que se adoptan con comodidad son las que mas se sincronizan con uno, lo incomodo no puede sostenerse en el tiempo. Se desgasta y termina destruyendo. La incomodidad produce ansiedad que es lo más destructivo de lo amado.

Los amigos pueden conocerse en ambientes obligados o en la vida por casualidad. Es imposible encontrar un amigo verdadero buscándolo, como a veces se encuentran los novios en su afán instintivo e inconsciente de ser novio de alguien.

La amistad verdadera es una relación cómoda, placentera, no implica esfuerzo alguno por complacer, se es, y se quiere por lo que se es. Uno se enamora por lo que son no por lo que representan.
Al encontrar un amigo verdadero hay una suerte de revelación, de visión suprema, de apertura mental, provocada por verse reflejado uno mismo en lo profundo de un alma, no en las cualidades superficiales como simpatizar por un mismo equipo o partido político o tener parientes en común.

Con los amigos se puede desnudar el alma, que es más difícil que desnudar el cuerpo, se puede desear desnudar el cuerpo por una burda reacción fisiológica. Pero el alma, guarda… los oscuros secretos solo pueden revelarse a quien genere la confianza de alguien profunda y puramente amado.

Con los amigos se pueden romper las reglas de lo moral, de lo políticamente correcto, de la religión, de la legalidad, de transito y de tres simple… y no hay ningún tipo de juicio, prejuicio u objeción por parte de nadie, aquí hay una fuente de placer inagotable. El placer de la Libertad de ser uno.

La amistad verdadera es matemáticamente un valor absoluto, no tiene medida ni punto de comparación. También tiene la propiedad matemática de la multiplicidad como las raíces de las ecuaciones cuadráticas, varias soluciones compatibles para un mismo punto. Se pueden tener muchos amigos verdaderos pero ninguno es más o mejor amigo que otro, cada uno conserva la perfección absoluta.

La amistad verdadera no da sentido de propiedad como lo hace por ejemplo la relación de pareja, los matrimonios son entre ellos y entre nadie mas y ojito con ampliar el panorama porque se arma la debacle.
La amistad verdadera solo es entendible por los implicados y no tiene justificación ni explicación posible, nadie mas puede entender el placer de la conexión mental y hasta física que implica.
Estos amigos no están necesariamente en las buenas o en las malas pero su existencia revela simultáneamente las bondades que nos rodean y no alcanzamos a ver.
La amistad es algo único y esta buenísima.
Es asi.


M© ZI

El Hombre y el pozo


Una vez un hombre estaba jugando con una piedra cuando esta se le cayó adentro de un pozo de agua cercano.
-¡Oh! ¡Qué maravilla es este pozo!- exclamó.
- Este pozo hace caer las cosas.
-¿Será este pozo o serán todos los pozos?- se preguntó.
Movido por su curiosidad cavó otro pozo y le arrojó piedras.
- Por lo visto este pozo también hace que las cosas caigan, probaré con un pozo más grande y con otro uno más chico.- Y vio que ahí también caían las piedras.
- Intentaré ahora con uno cuadrado y más profundo.- Y se caían allí también.
Estuvo un buen rato variando las posibilidades de los pozos.
También tiró papeles, gatos, mandarinas y alpargatas con el mismo resultado.
- ¿Se caerán sólo los sólidos? ¿Qué pasara con el agua? - Volcó agua y el agua también se cayó.
-¿Los pozos harán que se caigan también las personas?- Se tiró y se cayó.
- Desde aquí se escucha el canto de los pájaros, así que deduzco que el sonido también cae.
Arrojó una botella de Coca Cola y una de ron que cayeron juntas.
– Los pozos no tienen preferencias ideológicas.- concluyó en ese instante.
Esa noche prendió una linterna y la luz llegó al fondo de todos los pozos.
- Evidentemente los pozos hacen caer a la luz también.
Tiró un imán y una pila que se cayeron.
- Lógicamente también el pozo hace caer al magnetismo y a la electricidad.
- He develado el maravilloso poder que tienen los pozos.- se jactó en soledad.
Al día siguiente, motivado por su aburrimiento, salió de excursión por las montañas. En su caminata llegó al borde de un profundo precipicio.
-¡Qué vista mas hermosa!- Suspiró.
Se tentó de cruzarlo para ver más paisajes.
-¿Salto el precipicio o doy toda la vuelta?- se preguntó a sí mismo.
- Salto, así es más rápido.- decidió
-¿No será peligroso? Tal vez pueda caerme.
- Aunque pensándolo bien... ¿Es lo mismo un pozo que un precipicio?
-No, no; el precipicio no tiene límites en cambio el pozo está acotado.
- Entonces no hay ningún problema. Lo que te hace caer, es un pozo.
- Adelante entonces.
Y caminó hacia adelante.

María Celia Zárate Insúa ©





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