María celia Zárate Insúa

Embrión de libro



Gira en vano...Da vueltas inútilmente

miércoles, 4 de febrero de 2009

El reino de los pedos gordos


El reino de los pedos gordos.

En una ciudad vivía un joven matrimonio que una noche de verano invito a unos amigos a cenar en el jardín. Hicieron un asado en la parrilla y cuando la dueña de casa estaba sirviendo la ensalada se le cayó un tenedor, se agacho a buscarlo y en ese momento se le escapo un tremendo y sonoro pedo que escucharon todos.
Roja de vergüenza corrió al fondo y dijo: - ¡Ay de mí! ¡Que vergüenza! ¡Que se abra la tierra y me trague!
Y en ese momento se abrió la tierra dejando a la vista una escalera esculpida sobre la pared del pozo por la que la señora fue bajada por una fuerza misteriosa. Cuando llego al fondo se encontró con dos guardias gordísimos que tenían puesta una armadura que le quedaba apretadísima y un hacha cruzando una gran puerta, uno de ellos dijo con voz grave:
- Bienvenida al reino de los pedos gordos, nuestro rey Roberto Ricardo XXXIII la esta esperando.- Y diciendo esto le abrió la puerta de un salón enorme donde estaba el rey sentado en el trono. El rey era gordo, tan gordo que parecía incrustado en el sillón y la corona estaba apoyada sobre su cabeza, como un anillo, cuando se inclino se le cayo y la atajo justo antes de que llegara al piso, después miro a la mujer y le dijo: - Sea usted bienvenida a nuestro reino.
-¿Qué pretenden de mí? ¡Por favor no me hagan daño que estoy comiendo un asado!
- No se preocupe. La queremos premiar por haber hecho vivir a uno de los nuestro en la superficie.
-¿Cómo es eso?- Preguntó sorprendida
- Nosotros nacemos en la superficie cuando algún humano se tira un pedo, luego la tierra nos absorbe y vivimos aquí, cuando morimos nos hacemos gaseosos y subimos a la superficie y cuando alguien nos respira volvemos a salir por donde nacimos.
-¡Que interesante ciclo vital tienen! ¡Nunca oí de algo semejante!
- Es así nuestra vida, en fin... - suspiró el rey- Por su esfuerzo le vamos a regalar este cofre para que abra junto a su esposo.
- No fue nada para mí- contesto humildemente la joven- Se me escapo sin querer.
- Por eso mismo, la queremos premiar por su sinceridad, por favor insisto, llévese este cofre.
-Gracias, muchas pero muchas gracias su Majestad. Aunque me gustaría conocer un poco mas de su reino.
-Como no, con mucho gusto se lo mostrare. Y por favor dígame Rorri
Y salieron del palacio caminando por el jardín que tenia una vista panorámica de todo el reino.
La ciudad era magnífica, las calles paralelas y arboladas eran cruzadas por diagonales que acercaban rápidamente a parques y plazas decorados por jardines perfectos. Los edificios fusionaban la arquitectura más clásica con los adelantos tecnológicos más modernos.
-¿Qué le parece?
-Soberbia, es todo lo que yo hubiese querido por ciudad.
-Es raro lo que pasa aquí, todos los visitantes ven la ciudad distinta y la ven perfecta.
-Huele bien a pesar de origen.
-Por supuesto, no tiene nada que ver, solo tomamos la esencia del fenómeno intestinal humano.
-Tampoco veo policías, y todo esta muy ordenado.
-Aquí no hace falta, nuestra naturaleza es la inocencia. Tampoco tenemos gobernantes, yo soy solo un rey figurante, mis funciones son puramente decorativas, solo para que la gente de la superficie tenga alguna referencia de su mundo cuando los convocamos.
-Pero ¿la gente como se guía para comportarse? ¿Cómo sabe que esta bien y que esta mal?
-No hace falta ley, nuestra conducta es pura, no tenemos el concepto de mal. Somos todo bondad. Nuestra gordura es bondad, dado que carecemos de masa, eso es lo que nos hace voluminosos.
De repente se asusto al ver desaparecer a un habitante bajo una lámpara de la calle.
--No se preocupe- la tranquilizo el rey- es nuestro sistema de transporte. En cada esquina hay una aspiradora que lo absorbe y lo lleva a uno a donde desee.
-Interesantísimo ¿Y su economía como funciona?
-No se si podrá usted entenderla ya que no utilizamos dinero o algo que lo reemplace. Nosotros producimos nubes que al llegar a la superficie son el entretenimiento de los estúpidos, la fuente de inspiración de los genios y la pesadilla de los maestros de escuela. Después de alguna manera nos beneficiamos con las “ganancias” que esas sugerencias producen.
-Por lo que se ve les va bien.
-Si, nuestro sistema educativo se financia con la cúpula del San Pedro, el de salud con la ley de Gravedad y el ejército con la idea de Dios.
-No comprendo como la gravedad puede producir algún rédito financiero.
-¿Usted usa corpiño?
-Sí, por supuesto, tengo siete.
-Bueno, multiplíquelo por todas las mujeres occidentales y se dará una idea.
-Que maravilla, pero será mejor que volvamos y suba, mi esposo debe estar preocupado.
Regresaron al palacio
-Me gustaría regresar algún día.
- Ya sabe lo que debe hacer, aunque recuerde que debe ser algo espontáneo.
-El problema es que ha sido tan fascinante la experiencia aquí que me será imposible, llegado el momento, no asociarlo con este viaje.
-Entonces tome este caramelo del olvido. Cuando ya haya disfrutado lo suficiente del recuerdo, cómalo y olvidara todo. Así estará en condiciones nuevamente de hacerlo con la sinceridad necesaria.
-Muchas gracias, no quiero conocer mas sobre ustedes porque no querré irme y me quedare para siempre.
Ella tomo el cofre se despidió haciendo una reverencia, salió del salón del trono y subió por la escalerilla. Cuando llego a su jardín empezó a llamar a los demás que esperaban a la salida del agujero.
-Vengan, vengan. ¡No saben lo que me paso! ¡Miren lo que me dieron!- y contó lo sucedido en las profundidades.
El marido buscó una barra y un martillo para abrir el cofre, todos quedaron maravillados al ver su contenido, había piedras preciosas, joyas de oro y plata, perlas, diamantes y dólares.
- ¡Querida! ¡Bien valió la pena tu accidente!- dijo abrazándola y tirándola para arriba de felicidad.
Festejaron tomando champagne, pero la otra señora que estaba de visita se puso verde, verdísima de envidia. Cuando llego a su casa hizo un plan para tener también ella su recompensa.
Al día siguiente llamo a sus amigos para invitarlos a comer: -Vengan el sábado, tenemos que festejar.- Les dijo tratando de disimular su codicia.
Ese día después de comer pizza en el patio, la mujer se levanto a servir el helado, cuando le estaba pasando la porción a su marido tiro a propósito una cuchara, se agacho a buscarla y trato de tirarse un pedo. Como el pedo no le salía tuvo que hacer mucha fuerza y al final le salió un pedo finito y sutil que casi no se escucho. En ese momento empezó a correr al fondo y a gritar: - ¡Ay! ¡Ay! ¡Que horror! ¡Que se abra la tierra y me trague!
Y la tierra se abrió dejando a la vista una escalera esculpida, aunque esta escalera era finita. Bajo haciéndose la tímida y al final la estaba esperando un guardia flaco flaco, con una espada finita y flaca que le dijo con voz aguda:
- Bienvenida al reino de los pedos flacos. Nuestro rey Luís II la esta esperando. Y empujo la puerta alta del salón donde la esperaba el rey.
Este rey era flaco tanto que sus piernas parecían las patas de la silla, la corona le quedaba tan grande que la tenia de cinturón. Y le dijo: -Sea bienvenida a nuestro reino. Supimos de su actitud en la superficie y le daremos algo que merece.
En ese momento apareció un sirviente que le entregó un cofre. Ella contenta tomo el regalo y agradeciendo de pasada, casi sin saludar, salió corriendo por la escalera de tierra que la llevaba a su jardín.
Cuando llego con su marido le dijo emocionada: - ¡Lo logre! ¡Ya tengo una fortuna por tirarme un pedo!
Pero cuando abrieron el cofre les salpico por todas partes caca y basura ensuciando toda la casa y sus ropas.
María Celia Zarate Insua.©

1 comentario:

giraenvano dijo...

Me lo contaba mi abuela Zulema y lo amplíe un poco.
Es un homenaje, un recuerdo que por alguna razón tiene éxito en España de donde entra la gente poniendo pedo gordo en google.
Misterios hay en todas partes.